Para limpiar un peine tenemos que proveernos de unas tijeras con punta, un par de palillos de madera de los de mondar dientes, un poco de amoniaco y un recipiente.
Lo primero que vamos a hacer es con la punta del palillo sacar la suciedad que pueda existir en el peine y para ellos cogemos el peine con una mano y lo apuntamos hacia abajo, es decir, las puntas del peine deben quedar mirando hacia el suelo, para seguidamente empezar a pasar una a una por las tiras que del peine con la punta del palillo. Esto hará que los restos de suciedad y cabellos enredados caigan del mismo.
El segundo paso es aclarar bien bajo el grifo el peine. Si es un chorro potente mejor. Dejaremos el peine a un lado y llenaremos un recipiente al 95% de agua y el resto con amoniaco. No es necesario ser precisos.
Agarramos el peine y lo sumergimos en el recipiente durante un par de horas.
Con esto habremos conseguido eliminar toda la suciedad del peine y además desinfectarlo por el efecto del amoniaco.
Si te interesa saber más sobre el amoniaco puedes acceder a Wikipedia.
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